Muchos perros sufren con los petardos, las tormentas, etc. Algunos les tienen miedo y otros auténtica fobia.

Durante la verbena de San Juan, las Fallas valencianas, las Navidades en algunas zonas de España o durante días de truenos y relámpagos, es muy útil saber qué hacer para conseguir que tu perro esté más relajado.

Si tu carlino tiene miedo, crear una zona segura en casa le ayudará a sentirse más tranquilo. Vamos a explicar cómo hacerlo. Es muy sencillo.

Máximo aislamiento

Una zona segura para tu perro será cualquier lugar confortable que lo mantenga lo más alejado posible del ruido. Para ello:

  • Escoge su escondite favorito: si has notado que tu perro, cuando oye algún petardo, trueno o ruido fuerte, va a esconderse, de forma natural, a algún rincón determinado (debajo de una cama, dentro de la bañera, en la habitación más interior del piso, etc.), coloca allí su cama, su comedero y su bebedero.
  • Inventa un refugio: si tu perro no tiene un lugar predilecto, inventa uno para la ocasión. Escoge el lugar más alejado de la fuente del ruido y coloca, por ejemplo, una caja de cartón con una manta encima. Si tu perro está acostumbrado a viajar o dormir en transportín, y le gusta, esa también puede ser una buena opción. Como en el caso anterior, coloca allí su bebedero y comedero. También sus juguetes y algunas golosinas.
  • Cierra ventanas y baja persianas: es fundamental para amortiguar el sonido que venga de la calle. Si hace demasiado calor, pon un ventilador en la habitación.
  • Pon música: escoge una melodía rítmica y agradable que ayude, también, a amortiguar el sonido de los petardos. Intenta que el volumen no sea demasiado alto pero suficiente para cubrir de algún modo el ruido. Otra opción es encender el televisor.
  • Feromonas: existen en el mercado feromonas apaciguadoras indicadas en casos de miedos y fobias. Su nombre comercial es Adaptil y son muy fáciles de encontrar, tanto en formato collar como difusor. Consulta con tu veterinario.
  • No fuerces a tu perro a salir a la calle: obligar a un perro con miedo a salir a pasear durante una celebración con fuegos artificiales o una tormenta puede ser contraproducente. La reacción de miedo podría verse incrementada. Si sufres porque necesita hacer sus necesidades, coloca papeles de periódico en el suelo por si quiere orinar o defecar. Si lo hace fuera de ellos, no lo riñas. Piensa que la ansiedad que le produce su propia fobia a veces puede generar incontinencia.
  • Actúa con naturalidad: no estés encima de tu perro compadeciéndolo porque eso puede hacer que note una reacción extraña en ti que confirme sus sospechas de que “algo malo está pasando ahí fuera”. Actúa con naturalidad.
  • No bloquees el acceso a la zona segura: no olvides dejar las puertas abiertas para que el perro pueda entrar y salir libremente de su “refugio”.
  • Positiviza el lugar: Si puedes, intenta positivizar la zona segura antes de la verbena o la celebración de fuegos artificiales. Es decir, intenta hacer agradable el lugar a ojos de tu perro durante los días previos. Coloca allí sus juguetes, golosinas y cualquier cosa que le guste o le resulte agradable.

Medicación

Crear una zona segura puede ser muy útil, pero, si tu perro tiene un nivel de fobia elevado, no descartes consultar con tu veterinario y administrarle algún fármaco ansiolítico.

¿Por qué tu carlino tiene miedo a los petardos o las tormentas?

Es importante que entiendas que el miedo es una respuesta emocional adaptativa que aparece en situaciones en las que un animal intuye una amenaza. Se trata de una reacción natural y es buena porque permite separarse o protegerse de estímulos nocivos o peligrosos. Su función es aumentar las posibilidades de supervivencia.

Si los animales no tuviéramos miedo, entraríamos sin pensarlo en un incendio, por ejemplo, y nos quemaríamos.

Sin embargo, cuando la reacción de miedo es exagerada o desproporcionada al estímulo que la provoca, entonces hablamos de fobia. Y las fobias no son adaptativas ni favorecen la supervivencia. Todo lo contrario: dificultan la vida y resultan un problema. Por eso deben tratarse con la ayuda de un experto.

Los perros, como los humanos, son capaces de sentir miedo y también de desarrollar fobias. Los estímulos muy intensos, especialmente los sonidos fuertes y repentinos, suelen desencadenar reacciones de miedo.