A parte de todos los entrenamientos que debes haber practicado con tu carlino (caminar juntos siguiendo los andares propios de la raza, que se deje tocar por extraños, que se deje abrir y manejar la "boca", que esté acostumbrado a estar rodeado de otros perros, etc..) y de haber examinado su morfología y carácter según su estándar de la raza, has de tener en cuenta los siguientes aspectos para entrar en un ring de una exposición canina.

Tu carlino debe comportarse civilizadamente; las agresiones hacia otros perros, y no digamos hacia alguna persona, no están permitidas. Puede ser eliminado automáticamente por esto.

Debes llevar el dorsal colocado en un lugar perfectamente visible. Puedes fijarlo con un imperdible, por ejemplo.

 Fíjate en la rutina de los juicios: qué pide el juez (cada uno puede seguir un método diferente), cómo se mueven los demás participantes...

Tu aspecto también cuenta mucho: debes ir bien vestido, no sólo por respeto al juez, sino también por respeto a tu animal. No es necesario que vayas con un frac, pero lleva un traje cómodo que te permita libertad de movimientos.

Utiliza una correa finita para sacar al perro. La mayoría llevan el collar incorporado. Debe ser de un color discreto que no distraiga la atención del juez de otra cosa que no sea tu perro (por eso debe ser fina). Si no has encontrado ninguna, en el pabellón de la exposición seguro hay un stand donde puedan venderte la mejor para el color y tamaño de tu perro.

Cuando el juez haga el examen individual de tu perro, puedes saludarle, pero no debes hablarle a menos que te pregunte él a tí primero. Si es un juez extranjero, el comisario de ring te traducirá los comentarios.

No debes abandonar el ring hasta que se te indique. En ese momento, te darán un certificado con la calificación que el juez le ha dado a tu perro