Túnel articulado
El túnel articulado es uno de los obstáculos más comunes en las competiciones de Agility. Se trata de un tubo de lona flexible que el perro debe atravesar de un extremo a otro. Aunque parece un obstáculo sencillo, es importante conocer sus características y cómo entrenar a nuestro perro para superarlo correctamente.
Características del túnel articulado
El túnel articulado tiene un diámetro de 60 cm y su longitud puede variar desde 3 hasta 6 metros. El túnel se compone de varias secciones de tela que están unidas mediante una articulación, generalmente de hilo metálico. Esta articulación se oculta en el interior del túnel para evitar que el perro se haga daño y para garantizar su seguridad durante el uso del obstáculo.
El túnel no se coloca en línea recta, sino que se puede curvar o doblar para aumentar su dificultad., normalmente en una posición recta, sino que aprovechando la articulación se suele colocar formando una U o una S, imposibilitando que el perro vea la salida del túnel desde la entrada. Además, la entrada y la salida del túnel se coloca a menudo en diferentes posiciones, para hacer que el perro tenga que usar su instinto y habilidad para superarlo.
Entrenamiento del túnel articulado
El entrenamiento del túnel articulado es relativamente sencillo, ya que es un obstáculo que suele gustar a los perros y que no suele generar miedo. Al principio, se debe colocar el túnel en línea recta y lo más corto posible, para que el perro pueda ver la salida y familiarizarse con el sonido que hace al atravesarlo.
Después de que el perro se haya acostumbrado al túnel, se puede empezar a curvarlo o doblarlo para aumentar su dificultad. También se puede colocar otro obstáculo cercano para enseñar al perro a dirigirse hacia el túnel y evitar que se distraiga con otros elementos del circuito.
Es importante que el entrenamiento se realice de forma gradual y que el perro se sienta cómodo y seguro al atravesar el túnel. Si el perro muestra algún signo de miedo o incomodidad, se debe detener el entrenamiento y volver a empezar más tarde.
En circuitos, la dificultad está en que se suele colocar la entrada del túnel cerca de otro obstáculo, de manera que el perro, al gustarle más el túnel que el otro obstáculo, suele dirigirse instintivamente al túnel. Es, por tanto, labor del entrenador dirigir correctamente a su animal hacia donde corresponda.
Otra configuración típica es colocar la entrada y la salida del túnel muy cerca. Entrar en el túnel por el lado equivocado conlleva la eliminación de la prueba.
Penalizaciones en el túnel articulado
Las penalizaciones para este obstáculo son:
- Falta: Si el perro se queda en mitad del túnel, el entrenador puede ayudarlo a salir siempre después de la indicación por parte del juez. Si no se espera a tal indicación, será una falta.
- Rehuse: Si el perro entra en el túnel, y después se da la vuelta y sale por la misma entrada.
- Eliminación: Las básicas, de realizarlo cuando no corresponde o al revés y además, si el perro saltara por encima del túnel en cualquier caso.
Las penalizaciones en el túnel articulado son relativamente sencillas. Una falta se produce cuando el perro se queda atrapado en el túnel y necesita ayuda para salir, o si el perro sale por el mismo extremo por el que entró. Un rehuse se produce cuando el perro se niega a entrar en el túnel o cuando entra y sale por el mismo extremo. Una eliminación se produce cuando el perro no entra en el túnel por donde corresponde, o si salta por encima del túnel en cualquier momento.
El túnel articulado es un obstáculo sencillo y divertido que a los perros les encanta. Aunque no suele generar miedo ni dificultades en su entrenamiento, es importante conocer las características del obstáculo y las penalizaciones para poder superarlo correctamente en una competición de Agility. Con paciencia y práctica, el perro aprenderá a superar este obstáculo con facilidad y sin cometer errores.