La agresividad por dominancia se da cuando se sucede un conflicto jerárquico entre el perro y el propietário.

Debe ser el propietario el "alpha" de la manada. No debemos olvidar que el perro es descendiente del lobo y éstos se rigen por jerarquías.

La sociedad canina es del tipo lineal, el miembro dominante ocupa la parte más alta y todos los que estén por debajo son sus subordinados.

El que ocupe dicha posición (la de dominancia) es quien ejerce el control sobre la situación social y los recursos como puede ser el paseo, la reproduccón, el alimento, el juego.....

Cuando un perro se incorpora a una familia se establecen los vínculos de dominancia-subordinación dentro de la escala jerárquica y los problemas aparecen cuando, a causa de una educación poco estricta, el perro se considera líder de la “manada” y aparecerán los problemas de agresividad por dominancia. La mostrará en forma de gruñidos cuando le reñimos por algo que ha hecho, la mostrará cuando se sienta amenazado o cuando una situación o un recurso (alimento por ejemplo) sea a favor de un subordinado.

El carácter dominante de un perro viene determinado por diferentes factores, su carácter y el ambiente social en el que convive. La suma de éstos hará que el perro sea o no dominante. Un perro dominante en un entorno en el que no se le rige su posición dentro de la familia, hará que se muestre más dominante aún y asuma el papel de “jefe”.

Para finalizar, el castigo físico está contraindicado, de hecho, los animales (todos sin excepción de ninguno) aprenden más y mejor con halagos y caricias.

El castigo físico a los animales está penado por la ley.