El control terapéutico de la función reproductiva en la hembra canina, debería considerar una adecuada comprensión de los cambios fisiológicos y yatrógenos factibles de inducir con el uso de fármacos; esto contemplando las propiedades bioquímicas y los efectos biológicos de dichas sustancias (Jöchle, 1975).

En la clínica de pequeños animales es relativamente común enfrentarse a las demandas de los propietarios de hembras caninas, quienes solicitan tratamientos de anticoncepción, interrupción de una presunta gestación, aborto, solución a problemas de pseudogestación; además existe la necesidad en algunas ocasiones, por parte del clínico, de realizar inducción de parto o bien tratar algunas alteraciones funcionales del ciclo estral.

Todas las situaciones anteriormente señaladas constituyen ejemplos de control terapéutico de la función reproductiva en la perra.

El tratamiento con hormonas sexuales se ha venido utilizando en varios transtornos relacionados con la reproducción y los órganos reproductivos en la hembra canina, para abolir o suprimir los síntomas y reestablecer las condiciones normales (Christiansen, 1984).

La hembra canina presenta alta susceptibilidad a ciertos fármacos con acciones hormonales, los cuales deben ser administrados en dosis rigurosas y en momentos bien determinados del ciclo estral, ya que de lo contrario pueden alterar severamente el estado reproductivo y la condición general del animal (Alíen y col., 1986).

Considerando los antecedentes expuestos, el propósito de la presente revisión bibliográfica es entregar una actualización sobre el control farmacológico de la reproducción en la hembra canina y por ende está especialmente dirigida a Médicos Veterinarios que se desempeñan en el área de pequeños animales.

1. Hormonas gonadales

Las hormonas gonadales pertenecen al grupo de las hormonas esteroídeas caracterizada químicamente por poseer un núcleo tetracíclico, el ciclopentanoperhidrofenantreno y bajo condiciones fisiológicas ejercen múltiples efectos en el organismo, actúan especialmente sobre los órganos sexuales accesorios e influyen en los caracteres sexuales secundarios (Henricks y Mayer, 1977).

Las hormonas esteroidales actuarían regulando la transcripción intranuclear de un número definido de genes, después de difundir en forma pasiva a través de la membrana plasmática y fijarse a receptores específicos en el núcleo, esto determinará la síntesis de RNAm específico el cual es transportado al citoplasma donde estimula la síntesis de proteínas específicas (Gorski y col., 1984).

En la actualidad se dispone de estrógenos, progestágenos y andrógenos sintéticos, los cuales se emplean con mayor frecuencia que las hormonas naturales a causa de su mayor estabilidad, duración del efecto, economía y actividad por vía oral (Booth y McDonald, 1988).

1.1. Progestágenos

La Progesterona es la hormona responsable de la nidación y mantención de la gestación. La fuente principal de progesterona es el cuerpo lúteo del ovario, aunque ha sido aislada de corteza suprarrenal y placenta de algunos mamíferos (Hansel y col., 1973; Kelly y Robertson, 1974).

Los progestágenos de síntesis se derivan del Pregnano, como la Progesterona, o del Androstano, que es una derivación química del Pregnano que ha perdido un grupo metilo en el carbono 19 (Henricks y Meyer, 1977).

Los progestágenos sintéticos más difundidos en la práctica clínica de pequeños animales con fines contraceptivos son: Acetato de Medroxiprogesterona (MAP), Acetato de Megestrol (MA), Acetato de Clormadinona (CAP) y Proligestona (Christiansen,1984; Allen, 1986; Sawada y col., 1992).

El mecanismo de acción de los progestágenos en la hembra canina no está bien definido, pero sin duda estarían involucrados uno o más de los siguientes procesos: inhibición de las hormonas gonadotrofinas, incluyendo FSH, LH y Prolactina; prevención local del crecimiento folicular ovárico, secreción de estrógenos y ovulación e inhibición de la conducta sexual (Christiansen, 1984).

Muchos progestágenos sintéticos causan reacciones uterinas desfavorables en la hembra canina, aunque resultan ser excelentes bloqueadores de la secreción de GnRH y gonadotrofinas (Booth y Mc Donald, 1988). Algunos efectos adversos descritos son: Hipertrofia mamaria, lactación, polifagia, Diabetes Mellitus, hiperplasia quística de la vejiga, endometritis, aumento del crecimiento de algunos tumores mamarios, hipogonadismo hipogonadotrófico, hipercolesterolemia, acromegalia, hipoadrenocorticismo, glomerulopatía, letargia, diarrea, síndrome poliuria–polidipsia (Chastain y Ganjman, 1990). Estas reacciones van a depender del tipo de progestágeno, la dosis, las formas de administración, el momento del ciclo estral en que se administran y la duración del tratamiento. Un progestágeno de depósito administrado por vía intramuscular y que tenga efectos prolongados (Acetato de Medroxiprogesterona) tiene un estrecho margen de seguridad (Jöchle, 1975).

A continuación se entregan las principales características de algunos progestágenos utilizados como anticonceptivos en la perra:

1.1.1. Acetato de Megestrol: Este progestágeno con potentes propiedades antiestrogénicas se administra usualmente por vía oral pudiendo emplearse en dosis bajas 0.5 mg/kg/día por 30 a 32 días, comenzando en la fase de anestro para prevenir la presentación del ce Otra modalidad es administrar una dosis mayor 2.0 mg/kg/día durante 8 días al iniciarse los primeros signos de proestro para suprimir el estro. Esta droga estaría contraindicada en enfermedades del tracto genital, tumores mamarios, preñez, Diabetes Mellitus y no debería ser aplicada antes del primer estro (Alíen y col., 1986).

1.1.2. Acetato de Medroxiprogesterona: En la hembra canina el MAP se administra durante la segunda mitad del anestro. Para lograr el cese completo del celo, deben suministrarse las inyecciones a intervalos de 6 meses (Feldman y Nelson, 1991). El producto comercial presenta una concentración de 50 mg/ml y la dosis recomendada es de 2–3 mg/kg vía subcutánea. Las contraidicaciones serían las mismas que para el MA, destacándose la importancia de su administración en anestro (Von Berky y Townsend, 1993).

1.1.3. Proligestona: La Proligestona se administra en una sola inyección vía intramuscular, a 'intervalos regulares' para prevenir la presentación de celo, y la dosis recomendada es de 33 mg/kg preferiblemente durante la fase de anestro, aunque también puede administrarse en proestro con el propósito de suprimir el celo. Es posible que esta sustancia dé lugar a alteraciones endometriales, sin embargo la incidencia global de alteraciones uterinas posteriores a su empleo es muy baja (Martín, 1991)

1.1.4. Acetato de Clormadinona: Esta droga ha demostrado ser muy eficiente para prevenir el celo en la hembra canina, especialmente si es utilizada en la fase de anestro Sawada y col.(1992) recomiendan á dosis total de 2 mg por animal, administrados vía oral una vez por semana, lográndose así mantener las hembras en anestro por tiempos prolongados (años) y además no se han registrado efectos indeseables a nivel detracto genital. Con este progestágeno se observó un ligero aumento de peso en las hembras tratadas. Esta droga también ha sido empleada en forma de implantes subcutáneos de silicona, resultando un método seguro para prevenir el estro por períodos prolongados, dado que el nivel de CAP sérico se mantiene estable en el tiempo y la remoción del implante garantiza la reaparición de estro (Sahara y col., 1993).

1.2. Estrógenos

Los estrógenos naturales son sustancias esteroídeas muy relacionadas químicamente con las hormonas sexuales masculinas y hormonas de la corteza adrenal (Booth y McDonald, 1988). El principal estrógeno natural en las hembras de mamíferos corresponde al 17 Estradiol, producido en los folículos antrales del ovario (Arrau, 1984).

El 17 B Estradiol normalmente es metabolizado a nivel hepático, lugar donde se originarían otros dos estrógenos naturales: la Estrona, un precursor y/o metabolito del estradiol y el Estriol, un metabolito urinario de la estrona (Henricks y Meyer, 1977). La reacción química sería la siguiente:

17 ß Estradiol ↔ Estrona ↔ Estriol

Los estrógenos naturales se valoran por comparación con la Estrona estándar, y una unidad internacional (UI) es igual a 0.1 de Estrona estándar (Booth y McDonald,1988).

Los estrógenos sintéticos son derivados del Estilbeno siendo los más conocidos el Dietilestilbetrol, el Etinilestradiol, el Hexestrol y el Dienestrol; sus acciones son semejantes a los estrógenos naturales, sólo varía la potencia, la cual es menor al Estradiol (Murad y Kuret, 1991).

Otros estrógenos sintéticos, ampliamente empleados en la práctica clínica de pequeños animales, son los ésteres del estradiol: benzoato, valerianato y cipionato; los cuales por su esterificación enlentecen la absorción por vía intramuscular o subcutánea, prolongando sus efectos en el tiempo (Shille, 1982).

Los estrógenos se emplean rutinariamente en casos de cruza no deseada para impedir o interrumpir la preñez, debido a su capacidad para retrasar el transporte del oocito por el oviducto, generando congestión y edema de la región útero–tubárica y por lo tanto dificultar el proceso de fecundación e implantación (Shille,1982;Olson y col., 1992).

La administración de estrógenos puede causar severos efectos colaterales, entre los cuales se destacan: Alopecia, hiperplasia o prolapso vaina¡, endometritis quísticamucometrapiometra, aumento del crecimiento de algunos tumores mamarios y/o uterinos, inducción de carcinoma ovárico y uterino, patologías del conducto biliar, mielosupresión, tromboembolismo y teratogenicidad (Shille, 1982; Thibaut, 1989; Chastain y Ganjman, 1990).

En general la terapia estrogénica con propósitos anticonceptivos, deber ser realizada a más tardar el día 7 post–apareamiento, previa consideración de los efectos secundarios anteriormente citados y sobretodo con la administración de dosis repetidas en aquellos casos en que se produzcan cruzas reiteradas (Feldman y Nelson, 1991).

Algunos productos estrogénicos empleados en la hembra canina son:

1.2.1. Dietilestilbestrol (DES): Se caracteriza por ser rápidamente metabolizado en hígado y presentar un menor nivel de toxicidad que los estrógenos esterificados.

La dosis total recomendada es de 0.1 a 1.0 mg/día por 5 días vía oral o bien 2mg/kg en una sola administración vía intramuscular dentro de los primeros 5 a 7 días después del apareamiento (Shille, 1982).

1.2.2. Estradiol cipionato (ECP): Corresponde a estradiol–17-ß– ciclopentil propionato, u estrógeno esterificado de metabolismo lento y de mayor toxicidad. Se recomienda administrar 0.25 a 1.0 mg/kg vía intramuscular, una dosis, hasta el día 5 post cruza (Feldman y Nelson, 1991).

1.2.3. Estradiol benzoato/Estradiol valerianato: Son ésteres de estradiol con características muy similares al ECP. Las dosis sugeridas son de 0.1 mg/kg una sola administración vía intramuscular, no excediendo la dosis total de 3.0 mg (Shille, 1982; Burke, 1986).

La administración de estrógenos puede inducir una prolongación del período de celo, lo que es importante señalar al propietario de la perra.

1.3. Andrógenos

Los andrógenos en general pertenecen al grupo de los esteroides C–19, derivados del Androstano (Henricks y Meyer, 1977).

El principal andrógeno natural producido en los testículos corresponde a la Testosterona. Muchas otras sustancias tales como el Propionato de Testosterona, la Metiltestosterona y el Ciclopentilpropionato de Testosterona, presentan una intensa actividad androgénica y son el resultado de cambios metabólicos en el organismo o de alteraciones bioquímicas en el laboratorio (Booth y McDonald, 1988)

Los esteroides androgenicos, Testosterona y el de síntesis Mibolerona (ambos inhibidores de la secreción de LH), han sido empleados con excelentes resultados en el control de celo en la hembra canina, ofreciendo además la ventaja de no ejercer efectos adversos sobre útero (Alíen y col., 1986). Otros esteroides sintéticos como el Propionato de Dromostanolona y la Testolactona tienen efectos antineoplásicos en 'algunos tumores mamarios avanzados o diseminados. Algunos de estos preparados se ocupan para suprimir la lactación en perras (Chastain y Ganjman, 1990).

1.3.1. Testosterona: El empleo de Testosterona permite retrasar el comienzo del estro, mediante la administración de 10 mg dosis total, vía intramuscular, cada 10 a 14 días durante el anestro tardío. Los efectos  indeseables de esta terapia pueden incluir: hipertrofia del clítoris y vaginitis, junto con un aumento de la gravedad de las dermatitis seborreicas si las hubiesen (Martin,1991).

1.3.2. Mibolerona: Este andrógeno sintético representa una potencia hormonal 16 veces superior a la Metiltestosterona y tiene una potente capacidad para bloquear la liberación de LH (Feldman y Nelson, 1991) Se recomienda administrar 30 días antes del inicio del proestro a una dosis de 30 vía oral μdiariamente para perras de menos de 12 kg, 60 μg para animales de hasta 23 kg, 120 hasta 45 kg y 180 μg para hembras superiores a 45 k.–La Mibolerona está contraindicada en hembras menores de 7 meses y en pacientes con alteraciones renales o hepáticas (Booth y McDonald, 1988; Feldman y Nelson, 1991). La causa de epífora en algunas perras tratadas con Mibolerona no es conocida (Chastain y Ganjman, 1990).

Los esteroides sexuales también han sido utilizados para el tratamiento de la pseudogestación clínica; si bien su mecanismo de acción no está definido, presumiblemente sería debido a que inhiben la liberación de prolactina por parte de la hipófisis (Court, 1992).

En el cuadro 1 se indican algunos esteroides sexuales y sus dosis para la terapia de pseudogestación en la hembra canina.

Cuadro 1 Esteroides sexuales en la terapia de pseudopreñez en la perra
Esteroide Dosis
Acetato de Medroxiprogesterona 25-75 mg, dosis total, sc
Acetato de Megestrol 2 mg/kg/día por 8 días, oral
Dietilestilbestrol 1 mg, dosis total por 7 días, oral
Mibolerona 0,016 mg/kg/día por 5 días, oral
Proligestona 33 mg/kg, una dosis, im
Testosterona 1-2 mg/kg, una dosis, im
-- im = vía intramuscular; sc = vía subcutánea

2. Gonadotrofinas

Las gonadotrofinas, según el sitio natural de producción, se pueden clasificar en hipofisiarias y extrahipofisiarias, se caracterizan químicamente por su estructura glicoproteica y por estar constituidas por dos subunidades proteicas: alfa y beta (Kuret y Munrad, 1991).

Debido a su naturaleza proteica, las gonadotrofinas actúan regulando la función celular por unión a receptores específicos de membrana. Al unirse la hormona a su receptor, este sufre un cambio conformacional que sirve para iniciarla respuesta celular, al permitir su interacción con una proteína transductora, conocida como G o N (que se une a nucleotidos guanidílicos), cuya misión es traducir la actividad de unión del receptor, a través de la membrana celular hacia moléculas amplificadoras de naturaleza enzimática localizadas en la parte interna de la membrana celular, como es el caso de la enzima adenilato ciclasa (Adarmes y González, 1990).

Las hormonas gonadotrofinas hipofisiaria controlan el crecimiento y desarrollo folicular, así como también el proceso de ovulación (Arrau, 1984). Las gonadotrofinas extrahipofisiarias tienen un rol fisiológico similar a las anteriores y por tanto pueden ser empleadas en el control hormonal de la reproducción (Foote y Onuma, 1970).

Existen varias gonadotrofinas disponibles comercialmente para uso veterinario, dentro de ellas cabe señalar: gonadotrofina sérica de yegua preñada (eCG), gonadotrofina coriónica humana (hCG), hormona folículo estimulante de origen porcino (FSH–P) y ovino (FSH–O), estracto hipofisiario equino (HAP) y ovino (OAP) (Booth y Mc Donald, 1988).

Algunas aplicaciones de las gonadotrofinas en la hembra canina son: la inducción de estro y ovulación (Archbald y col., 1980; Bustamante, 1987) y el tratamiento de ovarios quísticos (Okkens y col., 1992).

En el cuadro 2 se muestran algunos tratamientos para la inducción de estro y ovulación en la perra y la fase del ciclo estral cuando realizarlos.

3. Prolactina

La Prolactina es una hormona adenohipofisiaria de estructura proteica simple y cuyo órgano efector más conocido es la glándula mamaria (Reeves, 1987). Además se plantea que la Prolactina presentaría actividad luteotrófica en la hembra canina, por cuanto el empleo de una sustancia inhibidora de la prolactina causó luteolisis y aborto (Migday y col., 1978).

La importancia de esta hormona en la práctica clínica radica en su relación con los cuadros de pseudogestación; se postula que el alza postovulatoria de estrógenos junto con la acción de factores desconocidos pueden generar un incremento significativo en los niveles de prolactina en hembras no preñadas (Sokolowski, 1986).

Feldman y Nelson (1991) recomiendan no realizar tratamiento en casos de pseudogestación clínica, por cuanto la mayoría de las perras permanece en esta condición sólo por 1 a 3 semanas. En aquellos casos en que la alteración se prolonga por más tiempo y donde la secreción láctea se manifiesta, con riesgo potencial de infección, está indicado instaurar algún tipo de terapia.

El empleo de sustancias inhibidoras de la síntesis de prolactina, vía agonistas dopaminérgicos, como los derivados de la Ergolina (Cabergolina y Bromocriptina) han resultado apropiados en el control de pseudopreñez en la hembra canina. El inconveniente es que estas sustacias pueden provocar emesis en perros (Janssens, 1986).

 Cuadro 2 Inducción de estro y ovulación en la perra
Autor Gonadotrofinas Fase
Thun y col (1977) eCG 250-500 UI sc por 10 días hCG 500 UI sc el día 10 anestro
Olson (1984) 2 mg FSH-P sc por 5-10 días 1000 UI hCG im 1 día después de completar el tratamiento con FSH-P anestro
Bustamante (1987) 20 mg HAP sc por 10 días y hCG 1000 UI im el día 10 anestro
im = vía intramuscular; sc = vía subcutánea

La Metergolina, un antagonista de la serotonina, también es un inhibidor de la prolactina y en dosis altas puede ser agonista de la dopamina. Esta sustancia ha sido empleada en dosis total de 2 mg vía oral por un período de 2 a 3 semanas, obteniéndose la remisión de los síntomas de seudopreñez en un 100% de las hembras tratadas y presenta además la ventaja de tener pocos efectos colaterales (Van Cleef y col., 1992).

La Cabergolina también ha sido empleada como abortivo en la perra, reportándose que la dosis de 0.5 mg/kg, vía oral, diariamente por 5 días resulta completamente efectiva al ser administrada durante la segunda mitad de la gestación (Jöchle y col., 1989). 

4. Hormona hipotalámica liberadora de gonadotrofinas

La hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH) es un decapéptido sintetizado por neuronas hipotalámicas, que estimula la secreción adenohipofisiaria de hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante (FHS) (Reeves, 1987).

El uso de agonistas sintéticos de la GnRH, como la Buserrelina, al emplearse en mamíferos para intervenir sobre la función reproductiva, tienen la ventaja de poseer mínimo poder antigénico a diferencia de las gonadotrofinas. Su desventaja es la de requerir de dosificaciones reiteradas (pulsátiles) para obtener respuestas fisiológicas (Drost y Thatcher, 1992).

El GnRH sintético (Buserrelina) ha sido empleado para la terapia de hiperplasia vaginal en la perra; el efecto de dicho tratamiento depende en último término del grado de maduración folicular presente en los ovarios. Se plantea, que si existen folículos inmaduros estos pueden experimentar luteinización temprana y alterar la síntesis de estrógenos a progesterona en el ovario (Johnson, 1989).

Feldman y Nelson (1991) proponen el uso de GnRH en dosis total de 500 UI vía intra muscular por 3 días para el tratamiento de ovarios quísticos en la hembra canina.

La administración intravenosa de GnRH (Buserrelina) durante el anestro temprano cada 90 minutos durante 11 a 13 días indujo estro fértil en las perras tratadas (Caín y col., 1989).

Una alternativa muy interesante relacionada con la contracepción, ha sido la inmunización contra CnRH utilizando un GnRH conjugado a proteínas como adyuvante, el objetivo de este método es evitar la acción gonadotrófica de la función adenohipofisiaria (González y col., 1989).

5. Oxitocina

La Oxitocina es un octapéptido producido en los núcleos Supraóptico y Paraventricular del hipotálamo y es almacenado y liberado de la Neurohipófisis. Esta hormona presenta varias acciones fisiológicas, entre estas se destacan el efecto galactogogo, la inducción del parto y la acción en el transporte del semen en los genitales de la hembras (Reeves, 1987).

El uso de Oxitocina ha resultado una valiosa herramienta en la obstetricia canina, especialmente en hembras con dificultad al parto debido a inercia uterina secundaria y que presentan abertura de la cervix (Christiansen, 1984). Bajo dichas condiciones se recomienda una administración endovenosa gota a gota, observando el efecto, en dosis total de 5 a 25 UI (Booth y McDonald, 1988).

Esta hormona también ha sido utilizada en el tratamiento de metritis puerperal en la perra, con el propósito de estimular la evacuación de exudados uterinos, la dosis sugerida es de 0.5 a 1 Ul/kg administrada vía intramuscular, por una o dos veces, a intervalos de 1 a 2 horas y no excediendo una dosis total de 20 UI (Johnson, 1989).

6. Prostaglandinas

Las prostaglandinas (PG) corresponden a un grupo de sustancias derivadas del Acido Araquidónico, un ácido graso poliinsaturado de 20 carbonos sintetizado a partir del Acido Linoleico. Estas sustancias se caracterizan porque bajo condiciones fisiológicas ejercen efecto en tejidos próximos al lugar de su síntesis y además experimentan un rápido metabolismo en el organismo (Booth y Mc Donald, 1988).

En la práctica profesional del médico Veterinario existen varias PG sintéticas y naturales disponibles, entre las primeras cabe mencionar: Cloprostenol, Fluprostenol y Prostaleno, todos análogos sintéticos de la PGF–2 alfa y como producto natural se conoce el Dinoprost Trometano (Booth y Mc Donald, 1988).

Las PG poseen efectos fisiológicos sobre el tracto genital de la hembra, destacando la capacidad de estimular la contracción del miometrio y la relajación del cervix. Además pueden inducir la lisis del cuerpo lúteo dando origen a una inhibición de la esteroidogénesis luteal (Feldman y Nelson, 1991).

En la práctica de clínica menor el empleo de PG ha sido bastante discutido debido a la irregularidad en los resultados obtenidos y a que pueden generar efectos colaterales no deseados (ptialismo, emesis, diarrea, dolor abdominal, taquicardia y choque) (Lein, 1989).

Sokolowsky y Geng (1977) reportan que la dosis letal media de PGF–2alfa natural en la perra, vía subcutánea, es de 5.13 mg/kg. Sin embargo, las PG naturales representarían una alternativa para el tratamiento de la piometra, metritis puerperal e inducción de aborto (Lein, 1989; Feldman y Nelson, 1991).

Feldman y Nelson (1991) recomiendan que al considerar el uso de PG para el tratamiento de piometra, se debe tener en cuenta el deseo del propietario de conservar el potencial reproductivo de la hembra, el estado de salud general, la edad y el grado de abertura de la cervix. La dosis sugerida es de 0.25 mg/kg de PGF 2 alfa natural, vía subcutánea, cada 12 horas durante 5 días consecutivos.

Sciorsci y col. (1992) estudiando una asociación terapéutica de PGF 2 alfa y Atropina en el tratamiento de piometra, con el propósito de antagonizar los efectos indeseables de la primera, obtuvieron resultados alentadores desde el punto de vista clínico; reportando adecuado vaciamiento uterino y sólo algún grado de taquicardia en las hembras tratadas. Las dosis utilizadas fueron: 0.25 mg /kg de PGF 2 alfa y 0.1 mg/ kg de Atropina.

La PGF–2 alfa ha sido utilizada como abortivo en la perra en casos de apareamiento no deseado (Romagnoli y col.,1991; Feldman y col., 1993; Memon y col., 1993). Al respecto, resulta interesante citar la observaciones de Romagnoli y col. (1991) quienes determinaron que el cuerpo lúteo canino sería refractario a la acción de las PG hasta aproximadamente el día 5 del diestro, momento desde el cual sería posible observar un descenso de los valores plasmáticos de progesterona.

Romagnoli y col. (1992) realizando un ensayo para inducir aborto con PG y disminuir los efectos colaterales de ésta, determinaron que PGF–2 alfa en dosis de 180 µg/kg cada 12 horas por 4 días, vía subcutánea, puede causar luteolisis y aborto temprano iniciando el tratamiento el día 8 del diestro.

Feldman y col. (1993) recomiendan el uso de PGF–2 alfa natural como un medio seguro, confiable, efectivo y práctico de inducción de aborto en perras con gestaciones de 30 a 35 días. El esquema terapéutico propuesto por estos autores es: 0.1 mg/kg, vía subcutánea, cada 8 horas durante 2 días y luego 0.2 mg/kg, vía subcutánea, cada 8 horas hasta confirmar el aborto.

7. Corticoesteroides

La corteza suprarrenal sintetiza dos clases de esteroides: los corticoesteroides (glucocorticoides y mineralocorticoides), con 21 átomos de carbono y los andrógenos, con 19 carbonos. Los efectos de los corticoides son numerosos. Influyen sobre el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos, sobre el equilibrio de electrólitos y agua, sobre las funciones del aparato cardiovascular, riñón, músculo esquelético, sistema nervioso y otros órganos y tejidos (Haynes, 1991)

Los corticoesteroides exógenos se postulan como agentes terapéuticos para limitar la fertilidad en la hembra canina, induciendo término de la preñez (Christiansen, 1984) Se ha observado que en la perra, al igual que en otras hembras domésticas, ocurre una elevación de los valores séricos de cortisol en el día previo al parto, lo cual podría ser el reflejo de un marcado incremento en la secreción de cortisol fetal (Concannon y col., 1978)

Austad y col. (1976) reportan que la administración diaria de 5 mg de Dexametasona (dosis total), vía intramuscular, cada 12 horas durante 10 días a partir del día 30 de gestación provocó muerte intrauterina y reabsorción fetal y que idéntico tratamiento desde aproximadamente el día 45 de gestación causó el nacimiento de fetos muertos los días 55 y 59 de preñez.

8. Ergonovina

El Maleato de Ergonovina es un producto de síntesis derivado de los alcaloides del Cornezuelo de Centeno y presenta una marcada actividad sobre la musculatura del miometrio (Booth y Mc Donald, 1988).

Después del parto la ergonovina favorece la contracción tónica del útero (efecto uteroquinético), facilitando la expulsión de contenidos, la detención de hemorragias y la involución uterina (Magne, 1986).

La ergonovina ha sido recomendada en cuadros de subinvolución de sitios placentarios con el propósito de controlar la hemorragia, no obstante se establece que esta droga no ha sido suficientemente estudiada en especies menores y que por lo tanto debería emplearse con precaución por el riesgo de causar ruptura uterina (Johnson, 1989).

En el cuadro 3 se presentan las dosis de algunas drogas ecbólicas empleadas para inducir el vaciamiento uterino en la hembra canina.

Cuadro 3 Fármacos ecbólicos empleados en la perra  

Fármaco Dosis Inyección
Ergonovina 0.2 mg / 15 kg Intramuscular
Oxitocina 0.5 - 1.0 Ul/kg Intramuscular
PGF 2 alfa* 0.1 - 0.5 mg/kg Subcutánea

* natural

Conclusiones

La creciente demanda de la sociedad moderna por especies de compañía y la urgente necesidad de controlar la sobrepoblación canina, han estimulado la investigación y el desarrollo de productos farmacológicos capaces de regular la función reproductiva en la perra. Dentro de estos destacan los fármacos con acción hormonal, algunos de los cuales requieren de rigurosas evaluaciones en su uso clínico debido a que pueden generar severos efectos colaterales. El éxito en la terapia reproductiva es fundamental para el prestigio del profesional. Por ello, es recomendable conocer los mecanismos de acción, los cambios clínicos inducidos, los efectos adversos y las proyecciones de nuevos grupos de fármacos que están siendo incorporados en la regulación reproductiva de la hembra canina.

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