La comunicación táctil es una forma importante de interacción entre los perros. A través del contacto físico, los perros pueden expresar su jerarquía social y establecer su posición dentro de la manada o con sus dueños humanos. Existen dos tipos principales de señales táctiles: las de dominancia y las de sumisión.

Las señales de dominancia son utilizadas por perros dominantes para demostrar su superioridad. Algunas de estas señales incluyen apoyar el hocico sobre los hombros de otro perro, presionar el cuello con la boca abierta, apoyar los miembros anteriores sobre otro individuo y rodear el hocico de un subordinado con la boca abierta. Estas acciones transmiten un mensaje claro de dominio y control sobre los demás.

Por otro lado, las señales de sumisión son utilizadas por perros de rango social bajo para mostrar respeto y sometimiento. Estas señales incluyen hociquear o dar pequeños golpecitos con el hocico y lamer el hocico de otros perros o la cara y manos de las personas, así como realizar un cabeceo para buscar acercarse a la mano de su propietario en una posición de sumisión.

Es importante que las personas que interactúan con perros, ya sean propios o ajenos, comprendan estas señales táctiles para evitar malentendidos y situaciones de agresión. Por ejemplo, acariciar la cabeza o el cuello de un perro desconocido puede ser interpretado como una señal de dominancia y provocar una reacción agresiva. Asimismo, acciones como que el perro tome con la boca el brazo del dueño durante los paseos pueden ser señales de dominancia y deben ser abordadas adecuadamente.

El conocimiento de estas señales táctiles permite una mejor comprensión de los comportamientos de los perros y promueve una interacción segura y armoniosa entre los humanos y sus mascotas. Al entender y respetar las señales táctiles que los perros utilizan para comunicarse, se fortalece el vínculo entre ambos y se evitan conflictos innecesarios.