La limpieza de los oídos del perro se suele realizar con preparaciones comerciales, es importante no utilizar limpiadores que contengan ingredientes ototóxicos como son el polietilenglicol 400 u otros alcoholes, la trietanola, el ácido acético, el cloruro de benzalconio, la clorexidina, los compuestos iodóforos o el dimetilsulfoxido.

La eficacia de las medicaciones óticas se acrecienta cuando se aplica directamente sobre la superficie limpia. De nada sirve el uso de medicaciones sobre un oído lleno de exudados y medicaciones secas acumuladas.

Cuando bañe a su perro, tenga mucho cuidado de que no le entre agua en los oídos. Para evitarlo, al lavarle la cabeza bájele las orejas tapando los oídos y manténgalo así un momento mientras le echa agua para enjuagarlo.

  • Acuérdese de poner siempre un algodón en los conductos auditivos antes del aseo.
  • Si los oídos tienen mucha cera, olor, enrojecimiento, pelo enmarañado o el animal se frota contra objetos, sacude la cabeza, inclina la misma o se muestra desorientado, estos pueden ser signos de problemas en los oídos.
  • Huela las orejas de su perro, normalmente no deben tener olor extraño.
  • Si ve una descarga cerosa oscura, puede estar siendo ocasionada por la presencia de ácaros.
  • Si nota una descarga de pus junto con olor puede tener una infección bacteriana.
  • Las alergias también causan olor.

¿Qué razas de perro tienen más riesgos de padecer otitis?
Por la anatomía del pabellón auricular (orejas caídas) o conducto muy pequeño (mala ventilación), las razas que tienen más riesgo de padecer otitis son: Cocker, Setter y Caniche entre otras.

En ellos conviene realizar la limpieza periódica. Se recomienda una aplicación cada 5 – 7 días, de forma rutinaria, para mantener el conducto auditivo externo en óptimas condiciones.


¿Cómo limpiar los oídos del perro?

1- Aplique el limpiador en cada oído, en cantidad suficiente en función del tamaño del animal y masajee. Se puede insertar una torunda de algodón en el conducto para protegerlo de derrames si la mascota sacude la cabeza.
2- Dejar el producto unos minutos antes de intentar la limpieza manual.
3- Limpie el oído utilizando una torunda de algodón en la abertura del conducto auditivo para absorber el líquido y los detritos desalojados. En cada día de tratamiento se eliminaran menos detritos.
4- Suspenda la limpieza diaria cuando la torunda de algodón salga limpia.
5- No utilizar hisopos para extraer la cera. A medida que se introduce el hisopo el conducto auditivo es raspado por la fibra sintética.

En un oído infectado la piel se encuentra débil, de modo que una presión leve basta para ulcerarlo. Esta ulceración favorece la introducción de microorganismos. Además los hisopos tienden a empujar el material hacia el interior, con lo cual el cerumen se acumula en el conducto horizontal. Además, si se aplica una presión fuerte, este material puede perforar el tímpano.

Es importante mantener una buena circulación de aire, previniendo así el exceso de humedad y por consiguiente la aparición de otitis.
1-
Con la cabeza del perro ladeada, ponga una pequeña cantidad de limpiador ótico para sacar el cerumen y facilitar la remoción de pelo.
2- Suavemente arranque pequeñas cantidades de pelo con sus dedos índice y pulgar (tirando en dirección del crecimiento del pelo). También lo puede hacer con una pinza, pero siempre despacio y en pequeñas cantidades por que puede ser doloroso.
3-
Arranque unos pocos pelos a la vez ya q es menos irritante.
4-
Deténgase para friccionar las orejas del animal.
5-
Nunca debe limpiar o remover pelo más allá de una pulgada y media dentro del oído.