La representación más antigua del carlino en el arte se puede encontrar en la China imperial, donde los emperadores de la dinastía Ming los tenían como mascotas. Los carlinos aparecen en numerosas pinturas y esculturas de la época, a menudo retratados como perros pequeños y regordetes con una expresión amigable en su rostro.

En el arte occidental, los carlinos se hicieron populares en la era victoriana en Inglaterra, donde eran muy apreciados como perros de compañía. Los carlinos aparecieron en muchas pinturas y fotografías de la época, retratados con un aire aristocrático.

Uno de los artistas más famosos que ha representado a los carlinos es el pintor británico William Hogarth, quien incluyó un carlino en muchas de sus pinturas. En su obra maestra "The Marriage Settlement", un carlino está sentado en la parte inferior izquierda de la pintura, observando a la familia mientras negocian un matrimonio.

La ilustradora inglesa Gemma Correll popularmente conocida por dibujar carlinos que están inspirados en Mr.Pickles y Bella, sus dos carlinos. Estos dibujos los difunde por redes sociales, donde la mayoría del trabajo que realiza se basa en papel y lápiz. Cómo dato curioso, mucha gente se tatúa sus dibujos, sobre todo los de perros y gatos.

Otro artista que ha encontrado inspiración en el carlino es el fotógrafo australiano Adam Jackman-Moore les ha dedicado su proyecto, convirtiendo a un grupo de pugs en artistas de hip hop, en malotes que están "viviendo la vida pug", con mucho arte.

El carlino también ha sido una fuente de inspiración para artistas modernos y contemporáneos, existen muchas personas artistas que se inspiran con esta raza. El carlino ha sido una fuente de inspiración para artistas de diferentes épocas y culturas. Desde la antigua China hasta el arte contemporáneo, los carlinos han sido retratados de muchas formas en el arte, siempre capturando su encantadora personalidad y apariencia única que los hace tan especiales.