¿ Ha oído usted alguna vez hablar de los “radicales libres” ?

... es posible que no, a menos que haya profundizado seriamente en los temas de la salud y la enfermedad...

En los últimos 10 años se han publicado innumerables trabajos que han dejado claro la influencia que tienen los radicales libres en el origen de la mayoría de las enfermedades degenerativas que afectan al ser humano y a los animales. Este hecho esta considerado hoy en día uno de los descubrimientos más importantes de la biología y la medicina del siglo XX. 

¿Qué son los radicales libres?  

Nuestro organismo y el de los animales utiliza los alimentos para producir energía de la misma forma que se produce energía y calor al quemarse la leña de una chimenea. En ambos procesos se quema oxigeno y a esto lo denominamos “oxidación”. En la chimenea, después de quemarse la leña queda como residuo la ceniza  y dentro de las células de nuestro organismo lo que queda son los radicales libres. Se trata de moléculas con una característica especial que las hacen ser muy reactivas y dañinas. Actúan como antorchas en relación con los tejidos del cuerpo pues queman todo lo que tocan. 

Como ejemplo sencillo de entender  lo que son los radicales libres  se suele citar el caso de los  alimentos ricos en grasa ( mantequilla, cacahuetes, etc) que  al dejarlos a temperatura ambiente  se enrancian.  El sabor y el olor a rancio esta provocado por uno de estos radicales libres al oxidarse la grasa.

Cuando un organismo quema los carbohidratos, las proteínas y las grasas, se producen radicales libres muy diferentes, cada uno de los cuales es capaz de afectar a diversas partes de la célula.

Hoy está plenamente demostrada la influencia de los radicales libres en el origen y desarrollo de casi todas las enfermedades degenerativas que afectan al ser humano y a los animales: cáncer,  enfermedades cardiovasculares, afecciones inmunitarias, artritis, cataratas, etc.

Se sabe que los radicales libres  no solo provienen del metabolismo normal del organismo sino también de infinidad de ataques medioambientales que recibimos ( las radiaciones ionizantes, el ozono, el consumo de tabaco, alcohol,  medicamentos, dietas altas en azúcar,  grasas hidrogenadas,  alimentos muy procesados y tratados excesivamente con calor,  pesticidas, metales tóxicos, también por  virus, bacterias, parásitos, traumatismos en general, etc.

 

¿Cómo se neutraliza su efecto dañino? 

Ya que los radicales libres son tan dañinos para el organismo la naturaleza ha diseñado un sistema para neutralizarlos. Se producen dentro de la célula sustancias denominadas “antioxidantes” que son las encargadas de convertir a los radicales libres en moléculas que ya no son dañinas. Los antioxidantes no solo se producen dentro de la célula sino que también pueden ser ingeridos en la alimentación. Los alimentos más ricos en antioxidantes son las frutas y las verduras crudas.

La cantidad de antioxidantes que es capaz de producir la célula depende de la edad del individuo, de la calidad de alimentos que consume, de las características genéticas del mismo y de otros factores como por ejemplo el estrés. Los organismos que consumen y producen  niveles de antioxidantes superiores a los normales disfrutan de mejor salud, se enferman menos  y en ellos se retrasa considerablemente el envejecimiento. Esta conexión ha sido claramente investigada y comprobada.

Cuando el cuerpo enferma o envejece se produce un gasto fuerte de antioxidantes por lo que es necesario procurar que la dieta sea lo más rica posible en los mismos. Los antioxidantes aportados por la alimentación más conocidos son la Vitamina C, el betacaroteno, la vitamina E y el selenio pero existen muchísimos más.  Hoy en día se conocen perfectamente cientos de ellos, muchos con poder antioxidante muy superior a los anteriormente enunciados  como el extracto de semilla de uva, el ácido alfa lipoico, los bioflavonoides, la curcumina  y el coenzima Q-10.

Se ha demostrado en un gran número de  trabajos científicos que consumir dichos antioxidantes en dosis superiores a las que aparecen normalmente en los alimentos y a las consideradas convencionalmente como mínimas,  reduce considerablemente la incidencia de las citadas  enfermedades degenerativas, se  aceleran los procesos de curación del organismo y  se reducen de forma importante  los efectos secundarios de tratamientos  agresivos como por ejemplo  los corticoides, los antibióticos, los antiinflamatorios no esteroideos, la quimioterapia,  la radioterapia, etc. Muchas veces dichos tratamientos no producen efectos secundarios apreciados a simple vista pero sabemos perfectamente que son causa de estrés muy diverso sobre órganos fundamentales( hígado, riñón, etc).

 

 

¿Cuándo es conveniente que nuestros animales consuman antioxidantes?

  • Como prevención, según el criterio del Veterinario.
  • Como apoyo nutricional durante la enfermedad y a lo largo del proceso de  recuperación, en combinación con la terapia convencional.
  • Durante  y  después  de  consumir  medicamentos, según el criterio del Veterinario.
  • Después de tratamientos con antiparasitarios sistémicos. 

El consumo de antioxidantes, dado que la mayoría son sustancias naturales procedentes de alimentos, carece prácticamente de contraindicaciones y presentan una gran seguridad.

Consulte a su veterinario , quien le informará detalladamente  acerca de los más indicados para su caso en  particular. 

 

Fuente: Werner Ulrich - Gradual Action