La Audiencia provincial de Segovia ha condenado a una mujer por abandonar a su perra.

Esta sentencia es la primera condena por abandono que se hace pública y que crea jurisprudencia menor.

La Audiencia provincial de Segovia ha condenado a una mujer por abandonar a su perra.

La sentencia, de siete folios, compara el abandono de animales con el de menores y le impone a la acusada una pena de quince dí­as de multa, con cuota diaria de seis euros, y arresto sustitutorio de un dí­a por cada dos cuotas impagadas.

Además se imponen a la condenada las costas del Juicio de primera instancia.

Todo empezó el 16 de febrero de 2006 cuando Voluntarios de El Refugio recogieron a Nena, una perrita de cuatro años de edad, cruce de caniche de color negro de 4Kg. de peso, con quemaduras en el 70% de su cuerpo. 

Varios vecinos de Los Ángeles de San Rafael dijeron haber visto una perra con todo el lomo despellejado, pero que no conseguí­an acercarse a ella porque tení­a mucho miedo.

Finalmente varios vecinos lograron introducir a la perrita en el jardí­n de uno de ellos y fue cuando voluntarios de El Refugio se trasladaron a recogerla. 

El Refugio denunció a la propietaria, ya que Nena estaba identificada con microchip y el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Segovia absolvió a la denunciada.

Pero, tras un recurso de apelación, la Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a la responsable con una sentencia muy importante, ya que es la primera condena por abandono que se hace pública y que crea jurisprudencia menor.

En el texto se compara el abandono de un animal con el de un menor y se señala que "la obligación moral y legal de todo propietario de un animales cuidar del mismo, y darle la asistencia precisa para permitir su vida e integridad".


No es una excepción 

Por desgracia, casos como el de Nena no en absoluto algo excepcional. Las protectoras de animales están acostumbradas a encontrarse con malos tratos brutales a perros y a gatos. 

 Por ejemplo, en la página web de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) tienen una sección entera llamada "historias para no dormir" con casos como el de Trapo, que casi muere degollado por un dueño que lo intentó ahorcar, o Nataku, al que abrasaron con lí­quido corrosivo. 


En la Asociación GATA también tienen sus propias historias de maltrato. 

El caso más tremendo que han recogido sea probablemente el de Lou, un perrito al que encontraron en una carretera con una soga al cuello con la que le habí­an atado a un coche y arrastrado por la carretera, por lo que estaba totalmente desollado además de famélico.

 

Fuente: 20minutos