Es una enfermedad parasitaria causada por los huevos de la tenia, la Echinococcus granulosus. Se transmite por la ingestión de alimentos contaminados por los excrementos de un perro portador; el perro, a su vez, ha sido infectado tras haber comido vísceras de un herbívoro infectado. Una vez que el huevo eclosiona en el estómago humano, el embrión emigra hacia el hígado, aunque también puede ir a los pulmones, e incluso, a otros órganos y formar un quiste hidático.