La respuesta es triste, pero cierta. El perro vagabundo es el animal que tenía un hogar hasta que un día su dueño le abandonó. Suelen estar por las calles de nuestras ciudades, durmiendo en las plazas, buscando entre la basura o en vertederos. Todo esto lo vemos habitualmente y a nadie le extraña, es como si formaran parte del paisaje. 

El valor de los perros mestizos a menudo es subestimado por la gente. Al observar a uno de estos híbridos, intentamos identificar las razas que componen su genealogía. Sin embargo, es importante comprender que un perro no necesita ser mestizo solo porque no parezca de pura raza. Incluso un perro sin hogar puede no ser necesariamente mestizo. Además, los perros mestizos son muy aptos para el adiestramiento en distintos niveles, lo cual desmiente aún más los estereotipos negativos asociados a ellos.

La vida en la calle para un perro abandonado es extremadamente dura. Antes del abandono, no tenía que preocuparse por buscar comida ni enfrentarse al clima y las dificultades de vivir en la calle. Quizás tenía una cama o una caseta donde refugiarse, mientras que ahora lo mejor que puede encontrar es un cartón.

Sin embargo, no todos los perros que han tenido dueño son capaces de sobrevivir por su cuenta. Además de buscar comida, deben enfrentarse a peleas y al peligro constante de ser atropellados por coches. Es una aventura diaria en la que solo los más fuertes y capaces lograrán sobrevivir, mientras que otros se quedarán en el camino.

En el caso de aquellos perros que logran sobrevivir, se forma una dinámica en la que se crean bandas de perros callejeros. Estos perros suelen ser discretos y buscan pasar desapercibidos entre los humanos. Se distribuyen el espacio y eligen su territorio. Generalmente evitan el contacto con las personas, especialmente aquellos que han sufrido maltrato por parte de transeúntes. Son perros desconfiados y, en consecuencia, el miedo juega un papel importante. Este miedo puede llevarlos a morder si alguien intenta acercarse a ellos. Además, la calidad de la comida también puede influir en su comportamiento agresivo. Estos perros asumirán mayores riesgos para obtener alimentos de mayor calidad y estarán dispuestos a luchar por ellos. En nuestras ciudades, los contenedores de basura están llenos de manjares para ellos. Por lo tanto, es aconsejable mantenerse alejado de un perro que está rebuscando en la basura, ya que puede interpretar que le queremos quitar su comida y atacar.

Es fundamental comprender que los perros no deben ser abandonados. Aquello que puede ser un capricho para ti, probablemente no sobreviva mucho tiempo fuera de casa. Sin embargo, si no hay más remedio y te encuentras en la situación de tener que abandonar a tu perro, debes esforzarte en buscarle un nuevo hogar donde reciba el cuidado adecuado. Si no puedes hacerlo, lo mejor es dejarlo en una protectora o refugio. Antes de abrir la puerta a un perro callejero como animal de compañía, debes considerar toda la responsabilidad y trabajo que conlleva. Si estás dispuesto a dedicarle el tiempo y los cuidados que necesita, acógelo. Pero si no estás preparado, simplemente sigue adelante y deja al perro tranquilo, ya que él no te ha buscado ni llamado.

Los gestos de acogida y responsabilidad contribuyen a que nuestras ciudades dejen de estar plagadas de perros abandonados, como si fueran zapatos viejos que un día nos gustaron mucho pero que, después de usarlos, han dejado de servirnos. Sin embargo, debemos entender que hay una diferencia fundamental: aunque a muchos les parezca mentira, un perro callejero tiene sentimientos y sus posibles conductas anómalas son la consecuencia directa de la falta de responsabilidad humana. Esta lacra resulta dañina no solo para el perro, sino también para todas las personas a las que les gustan los animales.

La adopción de perros callejeros y mestizos puede marcar una gran diferencia en la vida de estos animales. Al darles un hogar, amor y cuidados, les estamos brindando una segunda oportunidad. Muchos de ellos han pasado por situaciones traumáticas y han sufrido el abandono y la indiferencia de los humanos. Sin embargo, con paciencia y dedicación, pueden convertirse en compañeros leales y cariñosos.

Además, es importante destacar que los perros mestizos suelen tener una salud más robusta que los de pura raza. La mezcla de diferentes razas aporta diversidad genética, lo que disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades hereditarias. También suelen tener menos problemas de displasia de cadera y otros trastornos comunes en ciertas razas puras.

Los perros mestizos son verdaderos supervivientes. Han aprendido a adaptarse y enfrentar los desafíos de la vida en la calle. Son animales inteligentes, leales y agradecidos. Aunque puedan requerir un poco más de paciencia y esfuerzo en el proceso de adiestramiento, su capacidad de aprendizaje y adaptabilidad los convierte en excelentes compañeros para toda la familia.

Es hora de romper con los estereotipos y prejuicios asociados a los perros mestizos. Debemos valorar su singularidad y apreciar la diversidad que representan. Adoptar un perro mestizo es una elección responsable y solidaria que contribuye a reducir el problema de los perros abandonados y brinda una oportunidad de vida digna a estos maravillosos seres.