Hacer nadar a nuestros animales.

En cuanto a echar al perro a nadar, hay que tener cuidado con perros obesos, con mucho pelo o con problemas cardiacos, pues estos pueden llegar a ahogarse por dificultades para nadar.

Los anzuelos y espinas

Como muy bien sabemos en primavera se multiplican en zonas costeras los casos que ingresan en las clínicas y centros veterinarios, ya que las mascotas salen a pasear con más frecuencia por la playa.

Tenemos dos tipos de presentaciones en la clínica, la de un propietario que tal y como se ha comido el anzuelo con el sedal lo trae directamente al centro sin tocar nada y el que lo hace tras tirar del sedal.

El perro que viene con el anzuelo en el estómago sin que hayan tirado del sedal normalmente no lo tendrá clavado. Hay que cortar el hilo y llevarlo al veterinario inmediatamente, sin tirar nunca del sedal, ya que lo que se conseguiría sería clavarlo donde estuviese localizado, con lo que se provocaría una intervención quirúrgica más o menos invasiva dependiendo de la localización del anzuelo.

Por lo tanto, tenemos que tener especial cuidado cuando se lleva a la mascota por la playa para evitar que se pueda comer ningún pescado que se encuentre por allí, bien llevándola amarrada o con bozal.

 

Peligro. La piscina

Un problema frecuente en verano ocurre cuando un perro o gato cae accidentalmente en la piscina. En muchos tipos de piscinas las mascotas no pueden salir y acaban muriendo ahogadas por cansancio. Una forma muy simple de prevenir estos accidentes consiste en colocar unas rampas especiales para que si el perro o gato cae en la piscina pueda salir fácilmente.