Habrás escuchado por ahí que los perros no necesitan usar ropa para vestirse porque tienen su pelaje que los protege del frío y porque en la naturaleza ellos nunca se abrigan y aún así no parecen tener problemas. Esta afirmación, si bien es cierta, no se aplica a muchos de nuestros perros domésticos. La mayoría de las razas han variado tanto con respecto a sus ancestros salvajes que ya no podrían adaptarse a vivir un hábitat natural.

Piensa que las casas suelen tener una intensa calefacción que las mantiene cálidas aún en los días más fríos del invierno. Cuando tu perro está tranquilamente recostado sobre la alfombra y tú decides llevarle a pasear, el cambio de temperatura repentino puede ser muy agresivo para él. Esto es especialmente cierto en los perros de tamaño pequeño. Ellos tienen una mayor superficie corporal en proporción a su peso que los perros grandes, lo que hace que pierdan calor más rápidamente y necesiten abrigo. Hay también perros pequeños muy robustos, como algunos terriers, que seguramente no necesiten abrigarse mientras son jóvenes. Cada uno de nosotros sabe si su perro es friolento o no. Cualquier perro que busca echarse cerca de la estufa o que se mantiene cubierto cuando le pones una cobija seguramente disfrutará de un abrigo para salir a la calle. Incluso en noches frescas de otoño le vendrá bien una sudadera para no enfriarse. Los perros ancianos y cachorros también deben ser protegidos del clima, porque ellos son menos resistentes a los cambios bruscos. Por lo general los viejos sufren de artrosis, sus músculos son más débiles, sus sistemas de defensa ya no son tan eficientes y un frío muy intenso puede hacer que se debiliten o se enfermen.

Para que una prenda resulte un buen abrigo debe cubrir el lomo del perro desde la cruz hasta la base de la cola. Si es más corta dejará al descubierto la zona lumbar, que es el área de la columna que más sufre con el frío. También es importante cubrir el cuello, especialmente en los perros con problemas en las cervicales.

Otro rubro completamente distinto es el de la moda canina. Hay infinidad de modelos más o menos sofisticados, vistosos o discretos, muy adornados o más sobrios. Aquí juega una cuestión de gusto personal en la elección que poco tiene que ver con el cuidado de la salud de nuestros perros. Si te gusta este tipo de atuendos para tu mascota deberás tener en cuenta algunos consejos que sí hacen al bienestar de tu perrito.

Para empezar busca que la prenda esté confeccionada con un material cómodo, sin costuras duras que puedan irritar la piel. Las telas que son elásticas son ideales, porque se adaptan mejor al cuerpo y son más flexibles. Fíjate que no limite los movimientos del perro. Por ejemplo si le pones un vestido, la falda no debe engancharse en sus patas si ella decide corretear con algún amigo en el parque. Si le compras una cazadora con mangas largas, tu perro debe poder mover sus patas delanteras con comodidad. Otro detalle que puede resultar molesto es si la ropa tiene partes que sobresalen mucho, como por ejemplo un tutú grande, pues cada vez que tu princesa se mueva ese objeto la “perseguirá” flotando a su alrededor y puede llegar a asustarla. Muchos perros tampoco toleran bien los adornos sobre la cabeza.

Es tan amplia la oferta de moda para perros que seguramente podrás encontrar algo moderno, elegante, novedoso o súper chic que también sea confortable para tu mascota.

 

Fuente: Club Pug Argentina