Inflamación de la mucosa de los intesti­nos. Siempre va acompañada de diarreas y suele surgir tras un cambio de alimentación o como consecuencia del estrés. Su origen también podría ser infeccioso, bacteriano o vírico. Una enteritis crónica puede ser señal de una afec­ción localizada en el páncreas, riñón o hígado.